Cuando Dios Dice: “¡Apártate!”
Cuando Dios Dice: “¡Apártate!”
Introducción:
A. El corazón de Dios
1. Te quiero tanto que estoy dispuesto a dejar el cielo y hacerme hombre para buscarte.
2. Evidencia: El evangelio (Su plan, Su sacrificio, Su paciencia)
3. “Venid a mí” – “Yo soy el camino”
4. Sea hecha tu voluntad
5. Padre perdónalos
6. Bienvenido a casa
B. Pero llega el momento cuando Dios ya no dice: “Ven”. Al contrario dice: “Apártate.” Y nunca volverás.
1. Si esto no nos parece ser el Dios que conocemos, quizá no conozcamos tan bien a Dios. (Ningún juicio – 6% de violadores)
2. Si nos parece contrario al amor de Dios, quizá no comprendamos del todo el amor de Dios.
3. Si nos parece cruel y duro de corazón, quizá sea porque no podemos ver las lágrimas en las mejillas de Dios o Su corazón partido al pronunciar estas palabras tan horribles.
4. Dios nunca pronunciará estas palabras a uno que Él no ame.
D. Texto: 2 Tesalonicenses 1:6-9
I. A Los Que No Conocen a Dios (1:8)
A. A pesar de:
1. La creación (Romanos 1:18-20)
2. La revelación
a. 92% tienen Biblia / 45% la leen (en ocasiones)
b. Rehúsan permitir que more en ellos (Juan 5:38,39)
c. Decidieron ser de otro (Juan 8:43-47). Por tanto, no lo comprenden.
d. Sencillamente no desean sujetarse (Juan 7:16,17)
3. La manifestación en Su Hijo (Juan 1:18; 14:7)
a. Lo rechazaron a pesar de:
(1) El testimonio de Sus obras
(2) El testimonio del Padre en las Escrituras
(3) El testimonio de Su vida perfecta
4. El Calvario – el corazón de Dios revelado
5. La tumba vacía – el poder de Dios revelado (Romanos 1:4)
6. Considere todos los esfuerzos divinos para alcanzar el corazón humano, incluyendo los juicios temporales.
B. Pero no lo honran [glorifican] (Romanos 1:21,28)
1. Lo excluyen de sus mentes y vidas.
2. No le dan las gracias ni lo adoren (Romanos 1:21)
C. Debemos tener el cuidado de no actuar como aquellos que no conocen a Dios
1. La advertencia (Gálatas 4:8,9)
2. Por rehusar hacer lo que Dios dice (Mateo 7:21-23) a pesar de:
a. Conocerlo
b. Creer en Él
c. Pretender representarlo
d. Hablar de Él
D. ¿Cuál será más grave? ¿No “conocer” a Dios a pesar de toda la evidencia o vivir como si no lo conociéramos?
II. A Los que No Obedecen el Evangelio (2 Tesalonicenses 1:8)
Aunque son buenas nuevas y fáciles de obedecer
A. El evangelio (1 Corintios 15:3,4)
1. Dios se hace hombre (Juan 1:1,14)
2. Dios sirve al hombre (Marcos 10:45)
3. Dios busca al hombre perdido (Lucas 19:10)
4. Dios muere en lugar del hombre (Marcos 10:45; Mateo 26:28)
5. Dios vence al enemigo del hombre (Hebreos 2:14,15; Apocalipsis 1:17,18)
B. La obediencia al evangelio (2 Tesalonicenses 1:8)
1. Es asunto de la sumisión: “habéis obedecido” (Romanos 6:17)
2. Es asunto del corazón: “de corazón” (Romanos 6:17)
3. Es asunto de la forma: “aquella forma de doctrina” (Romanos 6:17; 6:3,4)
4. Es asunto de la libertad del pecado (Romanos 6:18)
5. Es asunto de hacerse siervo de Dios (Romanos 6:18)
C. ¿Por qué no?
1. Por no creer
2. Por amar más la gloria de los hombres que la gloria de Dios
3. Por amar más este mundo
4. Por envidia
5. Por orgullo – falta de humildad
6. Pero no es porque Dios lo hace demasiado difícil o demasiado complicado.
7. No es porque Dios lo esconde de nosotros.
8. No es porque no pueden sino porque no quieren (Lucas 13:34).
III. Cuando Se Acabe el Tiempo (2 Tesalonicenses 1:7-10)
Dios les dirá: ¡Apártense!
A. Lo que se pierde (excluidos)
1. La presencia del Señor (Apocalipsis 4; 5; 7; 21; 22)
2. La gloria de Su poder
a. Coherederos con Cristo (Romanos 8:16,17)
b. La incorrupción (1 Pedro 1:4)
B. Lo que se sufre (la eterna perdición)
1. Tribulación (2 Tes. 1:6)
2. Retribución (2 Tes. 1:8)
3. Pena (2 Tes. 1:9)
4. Eterna perdición (2 Tes. 1:9)
5. El lloro y el crujir de dientes (Mateo 13:49,50)
6. Tribulación y angustia PERMANENTE (Romanos 2:5,6,8,9)
7. Castigo eterno (Mateo 25:46)
Conclusión:
A. ¿Por qué morirá? (Ezequiel 33:11)
B. No desprecie el amor de Dios: el evangelio (manifestado desde Belén hasta Jerusalén, desde el pesebre hasta la cruz, desde tiempos eternos hasta este momento)
C. No desprecie el poder de Dios: el evangelio
D. No desprecie la sabiduría de Dios: el evangelio
E. En el fin, la diferencia es sencilla: “¡Ven!” o “¡Apártate!”.
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